Con la posesión de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, toma fuerza el tema sobre el muro que pretende construir el republicano en la frontera. En 2016, la visita que hiciera Trump, como candidato a la presidencia a México, originó una crisis interna para el presidente Enrique Peña Nieto.

Sin embargo, comenzando el 2017, Peña Nieto ha dicho que de ninguna manera, su gobierno pagará por la construcción del muro, que ha calificado como una humillación para su país. No obstante, Trump, ha insistido diciendo que el muro que dividiría a México de los Estados Unidos, se hará, y lo tendrá que financiar el gobierno mexicano. Trump ha dicho que se esperará, como mínimo un periodo de año y medio, para terminar las negociaciones acerca del proyecto.

¿Qué Alternativas Tendría Trump Para Que México Pague Por El Muro?

Independientemente de la disputa verbal entre Trump y Peña Nieto, para dirimir las maneras en que México financiaría la construcción de una obra de semejantes características, existen mecanismos mediante los cuales, el gobierno estadounidense, podría hacer que los mexicanos subvencionen la obra. Una de las principales formas, no convencionales, que Trump podría usar para financiar la construcción del muro, tiene que ver con la retención de las remesas enviadas por los mexicanos ilegales que trabajan en los Estados Unidos.

Los dólares podrían ser retenidos como forma de pago. De igual forma, el incremento en las tarifas de visas para mexicanos, podría ser otra de las formas de coerción, para que México termine pagando el tan sonado muro.

De igual manera, hacer que las tarjetas para cruzar la frontera sean mucho más caras de lo que son, indirectamente, financiarían la obra; un trabajo de construcción que tomaría incluso, más del periodo de cuatro años de la presidencia de Trump, para ser terminada.

¿Qué Tan Viable Es Construir El Muro México-Estados Unidos?

El principal argumento de Trump para la construcción del muro, es que el muro generará gran cantidad de trabajo para la mano de obra estadounidense, que estaría afectando la generación de empleo y el crecimiento económico de la potencia norteamericana. El factor que tiene en contra el republicano es el dinero: garantizar la construcción y financiación de una obra, que tendría un costo aproximado de más de 8.000 millones de dólares en tiempos de crisis, podría ser un arma de doble filo para la organización de la economía.

Una alternativa sería hacer tramos del muro y completarlo con vallas y sistemas de seguridad electrónica en la frontera. De cualquier manera, el presidente electo ya ha anunciado, que su equipo está trabajando en los primeros pasos de la construcción del muro. Después del 20 de enero de 2017, día de la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, podrá saberse a ciencia cierta qué será de este polémico proyecto.

 

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